Foto de Roberto Ochoa
By Guest Blogger: Jo Walters
El PADI AmbassaDiver™ Roberto Ochoa habla sobre su reciente expedición a Galápagos, donde pasó 10 días rodando una película documental en colaboración con Cressi, mostrando la belleza del santuario marino y grabando momentos en los que freedivers se encontraron con reacciones de sorpresa (o ausencia de ella) de los habitantes acuáticos de la zona ante su presencia.
Durante 10 días, empezando el 28 de julio de 2016, un equipo de defensores del medioambiente se unieron al PADI AmbassaDiverTM videógrafo de vida salvaje marina, Roberto Ochoa, en una expedición a las islas Galápagos para concienciar sobre la importancia de la importancia de la conservación marina, promover el eco-turismo responsable y grabar a freedivers mientras exploran el santuario de tiburones y rayas que se ha creado recientemente en las aguas de las islas Darwin y Wolf. La expedición nació en conmemoración del 70º aniversario de Cressi, quien trajo a lo mejor en buceo y apnea para inspirar a un futuro sostenible.
Foto de Juan Oliphant
La expedición
“El propósito de la expedición y la película resultante es presentar un mensaje positivo sobre la conservación natural de las especies marinas y su coexistencia con el hombre mediante el desarrollo sostenible,” dice Ochoa, quien está interesado no solo en mostrar la belleza y la biodiversidad de las islas Galápagos, sino también en apoyar la economía local al promover el eco-turismo responsable. “Por eso dedicamos un día de expedición a un programa especial para alumnos de escuelas locales y otro día al snorkel en aguas de la bahía Tortuga con 80 niños de entre 8 y 11 años. Debemos educar a los más jóvenes sobre la importancia de la conservación sostenible para establecer una base sólida para el futuro del eco-activismo.”
Foto de Juan Oliphant
Según Ochoa, una de las revelaciones más impresionantes de la expedición fue la interacción entre animales marinos y freedivers. “Para muchas especies marinas, ese fue el primer encuentro con freedivers; parecía que los consideraban colegas vecinos de las profundidades, probablemente porque, a diferencia de los buceadores con equipo, los freedivers eran más silenciosos y los animales marinos respondieron de una manera totalmente distinta”, explica. “Fue particularmente fascinante ver las reacciones de los tiburones martillo. Parecían mucho más curiosos que cautelosos cuando se encontraron con los freedivers y no dudaron en interaccionar con ellos. Estos momentos mágicos se han capturado en la película.
Foto de Roberto Ochoa
Datos de la película
Durante los 10 días de expedición, los freedivers realizaron de cuatro a cinco inmersiones al día y crearon más de 40 horas de película. Además de tiburones martillo, el que vea la película verá a freedivers interaccionando con una variedad de criaturas marinas. Las islas albergaban tiburones ballena, mantarrayas, tortugas e iguanas. El cineasta tiene otra sorpresa para la audiencia y es algo emocionante. La película se grabó en formato 360 grados en algunas partes. Proporciona algo similar a la realidad virtual, haciendo con que la experiencia se vea de manera panorámica. El documental completo tendrá una amplia difusión cuando se complete. Visita la página web de Roberto Ochoa para más información o lee nuestra historia en el blog sobre él.