Cómo ser PADI Pro te puede llevar a inesperadas aventuras en el extranjero

Mi novia, Christine, y yo hemos trabajado como profesionales PADI por muchos años y hemos tenido la suerte de trabajar con muy buenas empresas de haber disfrutado de aventuras fantásticas alrededor del mundo. Empezamos en el buceo juntos, jugando en el océano y ganando dinero mientras viajábamos; dos ventajas que disfrutamos al máximo. Sin embargo, las recompensas e impacto general de las experiencias en nuestras vidas trabajando como instructores PADI han incluido una serie de cosas que NUNCA nos esperamos. ¡Y estamos tan gratos por ello!

Una de las cosas más interesantes sobre vivir del buceo es que NO está limitado a tu país. Se demandan instructores PADI en TODO el mundo, por lo que hemos podido vivir en sitios donde los demás se van de vacaciones y bucear regularmente en algunos de los sitios de buceo más extraordinarios del mundo. Nuestro hogar ha estado en lugares que suelen estar en los protectores pantalla de muchos.

Antes de certificarse, la idea de enseñar buceo parecía lejana e idílica, como si fuese algo reservado para aquellos que han estado bajo el agua toda su vida. Al trabajar en la industria del buceo tantos años hemos adquirido mucha confianza; ¡no solo somos conscientes de nuestras capacidades, sino que se ha despertado nuestra pasión por los deportes de aventura! Aunque la enseñanza del buceo es lo que nos motiva, por el camino hemos tenido muchas aventuras como escalada, paracaidismo, yoga, kayak en el océano, senderismo, kite-board y mucho más.

Sin mencionar las aventuras vividas por el simple hecho de vivir en nuevos lugares y todos los cambios divertidos y tradiciones que forman parte de un cambio geográfico, como nuevos platos, nuevos medios de transporte, nuevas apartamentos… Recientemente, Christine se ha enfrentado y superado a unos de sus miedos de toda la vida (pilotar una moto) y yo finalmente me he aventurado a cocinar comida tailandesa (¡buen intento!).

Con cada sitio nuevo se descubren nuevas caras. Una de nuestras partes preferidas sobre empezar un nuevo trabajo de buceo es que nos da acceso inmediato a una comunidad. En nuestra experiencia, la mayoría de la gente en la industria del buceo profesional es muy amigable. He perdido la cuenta de los primeros días de trabajo que han acabado con una cena en el lanai de un nuevo compañero de trabajo, o con uno aperitivos en bares locales poco conocidos. Combínalo con la gente que conoces en tu barrio y ciudad, y no solo habrás visitado un lugar nuevo, sino que habrás empezado a conocer a los lugareños. Aunque los contratos finalizan y nos tenemos que marchar, la amistad sigue.

A medida que aumentas las inmersiones registradas en nuestros diarios de buceo también aumentan los encuentros con animales de gran tamaño. No importa cuántas veces hayamos estado con delfines, tiburones y ballenas jorobadas con el paso de los años, ¡mi corazón siga latiendo a kilómetros por hora cuando pasan! Te deja sin aliento ver tanta gracia y tan poco esfuerzo viniendo de algo tan grande. Fue tan sorprendente como estar a pocos metros de tiburón tigre peleándose con una raya moteada por los restos de un marlín; estos son momentos EN EL TRABAJO que no te esperas y que hacen que quieras volver al agua una y otra vez.

Me doy cuenta de que todo el mundo tiene su propia versión de aventura, pero estoy contento con la que tenemos para vivir. Aprender nuevas destrezas, presentarle el océano a la gente en los destinos más bonitos del mundo, hacer amigos en decenas de países y cientos de ciudades, y por supuesto, ver a grandes y preciosos es toda la aventura que quisiera tener. Cada pieza es parte de la obra y estamos muy contentos de ser PADI Dive Instructors.

¡NUNCA sabemos qué viene después! Para saber más sobre Adam y Christine, visita su página web: Fins to Spurs.