El sábado 21 de septiembre de 2025, las costas de Limassol, Chipre, se convirtieron en el telón de fondo de un momento verdaderamente histórico para el buceo y la inclusión. Organizado en colaboración con el Comité Paralímpico de Chipre, Buceo por la Paz reunió a atletas paralímpicos de todo el mundo para experimentar el poder transformador del buceo y enviar un poderoso mensaje de unidad, curación y esperanza más allá de las fronteras.
Un entorno simbólico
El acontecimiento se desarrolló en la playa de Deniz Yolu, donde el anfiteatro de Molos bullía de energía al comenzar el día. Un coro local de niños llenó el aire de música, y su ejecución marcó el tono de lo que sería una celebración no sólo del deporte, sino de la humanidad. Los discursos de apertura hicieron hincapié en el propósito más profundo de Buceo por la Paz, transmitiendo el mensaje de que, bajo la superficie, las diferencias físicas se disuelven y todos somos iguales en la maravilla del mundo subacuático.
Una transmisión submarina en directo proyectada en una gran pantalla permitió al público compartir la experiencia desde la orilla mientras los atletas respiraban por primera vez bajo las olas.
Los atletas se lanzan al agua
En total, 17 paralímpicos de países como Portugal, Hungría, Croacia, Israel, Grecia, Cuba y Chipre se unieron al buceo. El grupo representaba una inspiradora mezcla de deportes, con atletas de una miríada de disciplinas, como tenis de mesa, jabalina, baloncesto en silla de ruedas y natación.
Con el apoyo de un entregado equipo de Regional Managers PADI, centros de buceo locales (Cydive, Taba Dive Centre, Coral Bay Divers y Nino Sports) e Instructores de Buceo Adaptado PADI, cada atleta fue emparejado con un equipo de tres buceadores para garantizar su comodidad y seguridad. Desde la preparación hasta los trajes de neopreno, pasando por el cariñoso equipo de «taxis» que ayudaba a los participantes a entrar y salir del agua, cada detalle se diseñó para crear una experiencia acogedora y estimulante.
Y funcionó. Uno a uno, los atletas salieron del agua radiantes de alegría.
El atleta croata Kristijian Vincetic cogió su tubo y volvió al agua para ver a su esposa, la también paralímpica Andela Muzinic Vincetic, experimentar su propio buceo. Elpida Hatzivasiliou describió la experiencia como meditativa: «La paz es algo que afecta a todos, a todos los países… no importa de dónde vengamos, no importa nuestra procedencia o capacidad física, todos somos iguales bajo el agua. Todo el mundo tiene la misma necesidad de paz, y es maravilloso hacerlo junto a tantas personas de distintos países».
La atleta israelí Talia Eilat, que admitió estar nerviosa al principio, salió del agua con una nueva sensación de empoderamiento: «¡Por supuesto que podemos hacerlo todo, y nada puede pararnos!».
Un esfuerzo comunitario
El acontecimiento no se limitó a los buceos en sí, sino que fue una celebración comunitaria. Exploradores locales, Alumnos y familias se reunieron en la playa. Los niños participaron en un concurso de dibujo, y los ganadores fueron premiados durante la ceremonia.
La colaboración entre bastidores fue igualmente inspiradora. El equipo de Medio Ambiente y Sostenibilidad de PADI trabajó junto con 18 nacionalidades de Regional Manager y Directores de Territorio de EMEA. Un agradecimiento especial a Jurg Dahler de Coral Bay Divers y a Fraser Bathgate, que dirigió la formación Adaptive Techniques Specialty para el equipo PADI el día anterior, asegurándose de que todos los participantes contaran con todo el apoyo.
Como dijo una Regional Manager de PADI, Ingrid van Gerven : «Mi parte favorita fue ver las grandes sonrisas de todos al salir del agua. Hablé con los atletas mientras se preparaban, captando sus nervios, y luego vi cómo esos nervios se disolvían en alegría. Esas sonrisas hicieron que todo mereciera la pena».
Más que un acontecimiento
En el fondo, Buceo por la Paz era algo más que buceo. En una región en la encrucijada de Oriente Próximo y Europa Oriental, a menudo marcada por el conflicto, este acontecimiento se erigió en símbolo de esperanza. Demostró lo que puede suceder cuando se unen el deporte, la comunidad y el poder curativo del océano.
En palabras del Dr. Andreas Roumbas, Presidente del Comité Paralímpico de Chipre : «Se ha demostrado que el poder curativo de la inmersión en el agua ayuda a personas con diversas capacidades, promoviendo tanto el bienestar físico como el emocional. A través de este proceso, se fomenta la paz interior y el bienestar mental, lo que subraya el poder del buceo para unir a las personas por encima de fronteras y diferencias.»
Una visión más amplia: Programa de adaptación de PADI
Diving for Peace refleja el compromiso de larga data de PADI de hacer que el mundo subacuático sea accesible para todos. A través de nuestro Programa de Buceo Adaptativo, lanzado globalmente en 2018, formamos a Profesionales PADI y buceadores recreativos para apoyar mejor a las personas con diversas capacidades físicas y mentales. En el 2023, ampliamos esto con Adaptive Service Facilities, designando centros de buceo en todo el mundo que cumplen con los más altos estándares de accesibilidad. En la actualidad, ya hay 60 de estas instalaciones, a las que se suman más con regularidad.
Esto forma parte de la misión más profunda de PADI de fomentar la inclusión y crear oportunidades para que personas de todas las capacidades exploren, conecten y protejan el océano.
¿Y ahora qué?
El éxito de Buceo por la Paz en Chipre es un poderoso recordatorio de la función que puede desempeñar el buceo en el fomento de la paz, la sanación y la unidad. Y esto no acaba aquí.
Márcalo en tu calendario del 1 al 7 de diciembre de 2025: PADI Adaptive Diving Week
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